My First Post in Spanish

“Sabes qué,” me dijo el guia nicaragüense, “eres el primer gringo que conozco que habla español muy bien.”

Estabámos en la cima del Volcán Telica, a cien metros del cráter, y no podía creer lo que acababa de eschuchar.  Antes de visitar Nicaragua, no podía determinar qué nivel de español tenía.  ¿B1?  ¿B2?  ¿Y qué significan realmente esas letras y números? Pero aqui, finalmente, me di cuenta de que los métodos que uso cada dia para aprender español funcionan.  El proceso de aprender español avanza al paso de la tortuga, pero como dicen los atletas estadounidenses: “confía en el proceso.”

El viaje a Nicaragua fue el primero en el que pude usar mi español no solo para pedir comida o preguntar por la ubicación de los baños, sino tambien para platicar con la gente local sobre cualquier tema.  Fue una experiencia muy inspiradora.

Esa noche, antes de acostarnos en las tiendas de campaña, nos reunimos alreadedor de la fogata para cenar y compartir nuestras experiencias de viaje. Allá, conocí a una pareja de Colombia y España que llevaba casi un año viajando por el mundo, y fue muy fascinante escuchar las historias y las impresiones de sus aventuras.  Me contaron que viven en Londres, y aunque me di cuenta de que podíamos continuar la conversación en inglés, preferí eschuchar sus relatos en español.  Les conté sobre Chicago, nuestras aventuras en Nicaragua, y el motivo el cual decidí aprender español. Fue un gusto conocerlos y conversar sin barreras del idioma.

Tres dias antes, tuve una de las mejores conversaciones en español en mi vida - con los dueños de una finca cafetalera donde nos hospedamos por tres noches.  Esa noche, ellos nos prepararon la cena y pasamos mas de dos horas platicando.  Charlamos sobre todo tipo de temas y fue una experiencia involvidable poder preguntarles sobre Nicaragua, el negocio del café y la vida rural - todo en español!  Por primera vez en mi vida, pude contar chistes en español fácilmente.  Nos reímos mucho esa noche.  Mi momento favorito fue cuando Edgar, el dueño, hizo un comentario sobre mi español.  Cuando me explicó sobre el nacatamal, el platillo emblematico de Nicaragua, mencionó que este platillo ayuda a curar algo que describió como “el ratón” o “la goma”.  Pero yo no entendí. Que decía?

“La goma? Que significa esa palabra?”

“Hangover” dijo Edgar en inglés.

“Bueno, ‘hangover’ es ‘la cruda’ en español, no?” yo respondí.

“Ay, caramba, Victor! ‘La cruda’ es una palabra mexicana.  Maria, nuestros huéspedes no son de Estados Unidos; son mexicanos!”

Me reí. Fue lo mejor que Edgar pudo decir sobre mi español. Me fascina México y llevo años aprendiendo Espanol mexicano.

“Si, somos mexicanos,” le respondí en tono de broma.

Si piensan que hablar español en Nicaragua fue pan comido, no es cierto.  Al llegar, me frustaba no poder entender todo.  La gente pronunciaba ciertas palabras de maneras que no habia escuchado antes.  Por ejemplo, la palabra “dos” se pronunciaba “do”; “paz” sonaba como “pa”.  Además, estaba la jerga nicaraguense, con palabras como “deacachimba,” “chele” y “jaño,” entre otras.

Pero todo vale la pena.  Continuaré con mi viaje de apredizaje y espero que en el futuro alcance un nivel de fluidez que me permita hablar en cualquier pais hispanohablante sin problemas y tal vez, solo tal vez ... leer la poesia de Rubén Dario, el gran poeta nicaragüense, sin ayuda de un diccionario.

IMG_3401

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *